Trabajadores agrícolas migrantes puertorriqueños 1981
En esta serie de fotografías en blanco y negro —originalmente en formato de 35 mm— resumo las experiencias, problemáticas y condiciones de vida de los miles de trabajadores agrícolas migrantes puertorriqueños a principios de la década de 1980. Registro las rutinas laborales en las plantaciones y las relaciones entre patronos y obreros, así como los rostros y actitudes de los trabajadores en las imágenes. En ellas revelo mi empatía hacia los sujetos que observo desde el lente fotográfico. En los retratos, los sujetos miran la cámara en medio de su labor bajo el sol y en su tiempo libre, compartiendo entre ellos. De otro modo, sus pequeños espacios para dormir en cabañas comunales manifiestan los gustos y las maneras en que concurría la vida de estos hombres fuera de sus obligaciones laborales. Este proyecto es pues, una colección de las caras y experiencias de vida de nuestros migrantes y trabajadores agrícolas que se fueron en busca de trabajo y persiguiendo un sueño o, tal vez, una falsa ilusión. Es el testimonio visual de quienes de “tanto trabajar se quedaron sin regresar”, en verso del poeta puertorriqueño Juan Antonio Corretjer. Cuarenta años después, estas fotografías se hacen vigentes en el marco de la continua migración de trabajadores puertorriqueños a EE. UU. Esta intensificación tiene como factores: la implantación de la Junta de Control Fiscal (bajo la ley PROMESA) en 2016, el Huracán María en 2017 y los múltiples sismos desde finales de 2019. La migración, que resulta de todas estas debacles, es preocupante. El censo de 2020 refleja una disminución poblacional de casi 500,000 puertorriqueños.